
Esta vaquita nos da... ¿la espalda?
Pues, no precisamente. Más bien nos enseña la cola, se porta como los humanos cuando nos hacemos los locos y pretendemos que hace calor porque llega el verano y no por el calentamiento global, que falta agua porque el gobierno no contruye redes eficientes, que las playas están sucias porque la gente es ignorante, y así, una y otra y otra y otra cosa...
Al final, ¿Cuánta gente realmente piensa en HACER algo para cambiarlo? ¿Cuántos NO culpan a otro por los problemas y se suben las mangas para trabajar y darle la vuelta al problema? ¿A cuántos realmente les interesa que sus nietos puedan respirar sin mascarillas, que el único hielo que conozcan sea producto de un laboratorio y que el cielo "azul" sea decoración en las películas?
Hay muchas pequeñas maneras de ayudar, desde cerrar el caño mientras te cepillas los dientes hasta reciclar, desde re-utilizar las bolsas plásticas a imprimir menos, revisar las emisiones de tu carro o andar más en bicicleta, desde cuidar las plantas y animales hasta aprender más acerca de ellos.
La indiferencia es lo peor, y no nos damos cuenta, seguimos con la vida de todos los días pensando que no es nuestro problema, que ya habrá alguien que lo resuelva o que cuando "pase el desastre" nosotros no lo viviremos.
A ver, gente, abramos los ojos y miremos más allá de las legañas.