
Vista desde la Plaza Moreno en pleno centro de La Plata, el cielo amenazaba con una lluvia que nunca llegó, la bandera flamea frente a la escuela a la que hace décadas fue mi abuela a estudiar.

La espectacular Catedral de La Plata nos da la bienvenida, hasta ahora es mi favorita de las que he conocido, lo que más me gusta es la simpleza de su interior y sus altas columnas.

Los coloridos vitrales impactan al visitante y contrastan con el blanco casi general del resto del lugar.
Las dos torres cumplen funciones diferentes: la Torre de María guarda las 24 campanas que en conjunto pesan más de 20 toneladas y suenan cuatro veces al día; la Torre de Jesús es el mirador del lugar y se accede por el ascensor...

Este ascensor hace dos paradas: en la primera se llega a ver casi toda la ciudad, en la segunda, varios metros más arriba, se llegan a divisar las costas del Uruguay...
