Nos toca hacer maletas y volar a otro lugar a construir de cero una nueva vida. Nueva ciudad, nueva gente, nuevas costumbres, nuevas oportunidades.Lo malo es decir adiós. Odio las despedidas. Ya tuve que despedirme de los amigos del trabajo (que se portaron muy bien conmigo aunque me hicieron llorar otra vez, no sé qué tiene esta gente que me ha vuelto súper llorona) y la próxima semana tocará despedirse de la familia.Los nuevos comienzos implican nuevos finales y eso no siempre es lindo. En fin, para adelante, a ver qué nos depara la vida.
Ya va llegando la hora del gran salto. A volar con los cóndores en la capital del Imperio Inca. Vamos por una nueva vida y un nuevo inicio, lejos de las críticas y los egoístas, del qué dirán y el por qué lo hacen. Sólo lo haremos y punto.No falta el nerviosismo y la preocupación, pero eso no nos impedirá seguir avanzando. La ciudad está golpeada por los desastres naturales y el puñete al estómago a la economía local, pero que sea más difícil no significa que sea imposible.No tenemos casa ni trabajo, tampoco cama o refri. Nos vamos a empezar de cero, a trabajar duro y disfrutar de la vida y la naturaleza como en nuestros sueños.Habrá que ver qué sorpresas nos tiene la vida. A esperar con la mente abierta y el corazón tranquila.
Según los médicos la operación fue un éxito, ahora hay que esperar la recuperación.Me pregunto si habrán contado los tumores, dicen que "sólo" mandaron 10 a patología porque eran demasiados. Mandaron uno de cada zona. Encontraron mucho más de lo que esperaban, pero también lograron bastante más de lo que tenían en mente.Ahora queda esperar y aguantar la lenta y dolorosa recuperación.Te quiero papito.
