
Aunque a veces parece que todo se pone gris, el cielo sigue siendo azul.
Nuevos retos por delante. Empezar de cero no es fácil, pero puede ser emocionante. Nueva casa, nuevo aire.
En unos días los 34 llegan marchando, amigos y familia prometen alegrar la fiesta.
Dios es bueno. No estoy sola, tengo tantos ángeles que me cuidan que no me puedo quejar.
Los quiero a todos. GRACIAS.
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