Anoche pasaron a mejor vida una de las bolsas de tortees, una inca y unos cuantos doña pepas. ¡La pucha! No sabía que extrañaba tanto esas cosas. Al final no pude dormir. Me quedé mirando el techo y de vez en cuando la mesa con las demás bolsas, me puse a pensar idioteces, me di cuenta que cambiaron la bolsa de tortees y que los doña pepas son más chiquitos, la etiqueta de la botella de inca dice feliz 28 y yo el 28 lo pasaré lejos.
En fin, queda un examen final este semestre y aún no empecé a repasar... hace frío y tengo flojera, me duelen los ojos por no haber dormido pero no puedo descansar.
Creo que el atracón de peruanidad que me di anoche ha dejado estragos, jajaja... ni modo, a seguir.
Ya les cuento si pasé el examen.
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